
ITALIA: LOS 10 MEJORES LUGARES
San Gimignano
En pleno corazón de la Toscana aparece como por arte de magia San Gimignano, un secreto a voces al que pocos se resisten en una ruta por el centro de Italia. No es para menos… pues la panorámica que refleja este lugar bordeado de preciosos valles es la viva imagen de la belleza.

Alberobello
Este pueblo configura, en el imaginario popular, una de las postales más icónicas del sur de Italia. Lo es por sus características construcciones llamadas ‘trulli’, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, caracterizadas por sus techos cónicos y por ser construidas sin mortero.

Su origen es tan curioso como su arquitectura. Estas construcciones tienen su origen en un impuesto del Reino de Nápoles del siglo XV, en el que se obligaba a pagar un tributo por los nuevos asentamientos que se hicieran en la zona. Para sortear esta imposición la población tuvo una gran idea: construir las casas sin ninguna fijación que las uniera, para que puedieran ser fácilmente desmontables.
Dolomitas
No puedes decir que conoces Italia sin empaparte de la belleza de sus Alpes, con más de 18 cimas que superan los 3.000 metros de altura. Los Dolomitas son un sueño hecho realidad: escarpadas cumbres, vistas panorámicas de infarto, verdes valles e infinitos lagos cristalinos en una zona que abarca más de 140.000 hectáreas.

Una variada geografía con uno de los mejores ejemplos de preservación de sistemas de plataformas carbonatadas con registros fósiles que, en 2009, les llevaron a ser incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Matera
Es uno de los lugares menos conocidos de Italia, pero también uno de los más interesantes. Matera saltó a la palestra en 2019, al convertirse en una de las dos Capitales Europeas de la Cultura. Y no es para menos en una ciudad laberinto en las que las casas excavadas en roca, las iglesias subterráneas o su impresionante historia compagina a la perfección con su arraigada cultura.

Isola Bella
Se ubica en el Lago Maggiore, uno de los más grandes de Italia y es conocida como «el gran capricho de Italia». Y es que no son escasos los halagos que suele recibir la Isola Bella de quien se adentra en ella en busca del encanto. Pisar su embarcadero, de primeras, supone adentrarse en un mundo de fantasía.

Entrar en esta pequeña isla coronada por el fastuoso Palacio Borromeo, todo un homenaje a la belleza, es hacerlo también a sus preciosos jardines colindantes que, sin duda, conforman la joya de la corona de una isla que debe ser descubierta.
Orvieto
Este precioso pueblo lo encontramos en Umbría. Un capricho italiano erigido sobre una meseta volcánica y dueño de un esplendoroso Duomo del siglo XVI que es catalogada a menudo como una de las catedrales más bellas de toda Italia. Sus afiladas agujas, en una vista desde su base, parecen punzar el cielo en un acto mágico.

Collodi
Una localidad de cuento. Sus casitas, que se distribuyen como una cascada por una colina empinada dándole al lugar un aspecto mágico. En lo más alto de la colina encontramos una antigua fortaleza y, en la parte baja una imponente y majestuosa finca: Villa Garzoni.

Pero Collodi, sobre todo, es conocido por ser el lugar donde el padre y la madre de Carlo Lorenzini, más conocido como Carlo Collodi, trabajaron. Lorenzini fue el autor de ‘Las aventuras de Pinocho’, y este fue el lugar donde empezó a escribir las aventuras de la revoltosa marioneta nacida de un trozo de madera.
Bellagio
Si hay un pueblo que debes visitar en un viaje a Italia ese es, sin duda, Bellagio. Un pueblo que encarna toda la belleza de Italia y que se encuentra bañado por las aguas del Lago Como, donde los brillantes colores de sus casas convergen con las cristalinas aguas.

Este pueblo con preciosas casas de tonos pastel miran al lago en una suerte de calles empinadas de colores en las que perderse no es una opción, sino una obligación.
Cinque Terre
Siendo más célebre la Costa Amalfitana, el Parque Nacional de las Cinque Terre, en la Costa de Liguria, y muy cerca de Génova, es una zona igual de bonita, más salvaje y menos masificada. Resulta un destino ideal para, en tres o cuatro días, empaparse de toda la esencia de Italia: pequeños y pintorescos pueblos, paisajes marinos sobrecogedores, bucólicos senderos y por supuesto todas las delicias de la gastronomía italiana.

Los cinco pueblos que dan nombre a Cinque Terre forman parte del paisaje montañoso que rodea la Riviera di Levante, la más ondulada y pintoresca de las dos -la otra es la de Ponente- que dibuja sobre el mar la Liguria italiana, una estrecha franja costera al noroeste del país flanqueada por pronunciados acantilados.
Ragusa
Reconstruido después del terremoto de 1693, Ragusa se divide en Ibla y Ragusa Superior, dos centros urbanos conectados por una densa red de escaleras y puentes. Una visita obligada es la Catedral de San Giorgio, símbolo de la ciudad.